Vamos a aprovechar unos restos de cristales de colores para confeccionar unos pájaros con los que adornar macetas y/o el jardín...
Dos piezas de distinto color componen el patrón básico.
Una vez cortadas las piezas, las pulimos y encintamos en cobre...
Para hacer los ojos utilizamos pequeños trozos de alambre de cobre, con un extremo retorcido...
Soldamos las piezas entre sí y colocamos los alambres, rellenando su extremo curvado con estaño.
Simplemente dar la patina de negro, sin estañar la varilla de latón
(basta con pasar antes estropajo de aluminio)...
y luego finalizar con barniz.