Está confeccionada con los sobrantes y los restos de los distintos
vidrios de colores, como una forma de reutilizar
los sobrantes de anteriores trabajos.
Una a una se han pulido los cantos a todas piezas,
las hemos encintado en cobre y estañeado.
Al molde sujetamos las piezas metálicas de la lampara y
comenzamos a soldar los trocitos de vidrio a la arandela, colocándolos por hileras,
alternando los distintos colores y dejando pequeños huecos ya que las piezas no encajan...
Los huecos servirán para aireación y dar mayor luminosidad.
No conviene abusar de ellos para lograr una mayor consistencia,
ya que si abusamos la pantalla de vidrio podría abrirse y deshacerse...
Antes de proceder a desmoldarla, colocamos en la parte inferior,
a modo de remate o terminal, un alambre de cobre que refuerza la forma y le da consistencia.
Se desmolda con mucha precaución al manipularla y continuamos la soldadura por la cara de dentro, con cuidado
de no deformarla al apoyarla en la mesa de trabajo.
Luego repasamos la soldadura del exterior por si alguna gota de la soldadura la hubiera afeado.
Una vez limpia, le damos la pátina negra y barnizamos el metal
La dejamos secar, la abrillantamos y ya queda lista para su montaje y colocación, en este caso colgada del techo...