miércoles, 29 de junio de 2011

EL LUGAR Y/O LA SUPERFICIE DE TRABAJO.


Las necesidades del lugar de trabajo dependen del trabajo técnico a realizar. En nuestro caso, trabajamos con vidrio y con líquidos que exigen observar ciertas precauciones en su manejo: hay que cortar planchas y trozos de cristal en piezas, pulir sus cantos, encintarlas con cobre, soldarlas con estaño entre sí  (conforme a plantillas y/o un molde prefabricado) y, finalmente, aplicar patinas y líquidos protectores. Precisaremos por tanto de un espacio suficiente y conveniente, dadas las especiales características de los materiales, que nos permita no solo almacenarlos sino trabajar con amplitud y comodidad, diferenciando, a ser posible, distintos espacios especializados según las tareas a ejecutar.

Más específicamente,  el lugar de trabajo donde vayamos a cortar el vidrio y/o pulirlo, exige sobre todo un suelo liso, fácil de barrer y/o de aspirar, ya que inevitablemente saltarán esquirlas y polvillo de vidrio, que puede lastimar a personas y mascotas. Una superficie especializada para el corte de vidrio puede consistir en una vieja mesa, recubierta de un trozo de alfombra, moqueta, guata de algodón, fieltro o una manta vieja. Sobre ella apoyaremos el cristal, amortiguando así las presiones ejercidas sobre las planchas, para cortar el vidrio. Para mas exigentes se venden en comercios especializados unas superficies plásticas de celdillas, que recogen muy bien el polvillo y esquirlas del vidrio.

En cambio el lugar de trabajo donde vayamos a realizar la soldadura y/o aplicar pátinas y barnices de acabado exige ante todo una muy buena ventilación, a ser posible con instalación de un extractor de humos, por evitar los gases nocivos que desprenden de los líquidos, en especial durante la combustión cuando soldamos.

Para quienes no posean taller o espacio suficiente, es aconsejable fabricarse una única superficie de trabajo de carácter polivalente y portátil, que podemos poner directamente sobre cualquier mesa para trabajar y trasladar fácilmente.


Nos bastará para ello una plancha de corcho de unos 5 mm de grosor. Sobre el corcho podremos apoyar y cortar vidrio, pegar las plantillas y verificar el encaje de las piezas vidrio…y  usarla como superficie de trabajo para encobrar, soldar, patinar y barnizar, etc.

El corcho en plancha no es costoso, y la superficie polivalente portátil  la podemos hacer con  las medidas que consideremos oportunas, y tener tantas cuantas queramos en distintas medidas.

Hay que tener en cuenta que a más amplia que sea la plancha de corcho, tendremos más superficie de trabajo, mayor comodidad para desenvolvernos en las labores, mayor protección de la mesa sobre la cual la apoyemos, y posibilidad de hacer trabajos de mayor formato. El único inconveniente de una plancha grande, es que para moverla, levantarla o almacenarla en vertical es incómoda y  al manipularla se nos puede rajar; por ello se hace conveniente reforzarla pegándole por debajo, a modo de base, un contrachapado de madera de igual medida.

Las superficies de corcho mas pequeñas son manejables y cómodas para trabajos de escaso formato, también recomendables para su transporte en  desplazamientos “con el taller a cuestas” (por ejemplo, para asistir a clases de vitral, o para hacer una reparación puntual en un domicilio). En estos casos conviene que el corcho por sus medidas pueda entrar dentro de una maleta con ruedas (tipo troley) o un carrito, de los de hacer la compra, junto al material y herramientas, que hará las veces de “taller rodante”.

Es muy importante mantener siempre limpia la superficie de trabajo, pero aún de forma especial si utilizamos la plancha polivalente de corcho.

Al terminar cualquier tarea y antes de iniciar la siguiente habrá que limpiar cuidadosamente los restos de suciedad de la superficie del corcho polivalente. En especial la limpiaremos a menudo durante su utilización para el corte de vidrio, porque si la superficie está sucia y la tocamos accidentalmente con la mano desnuda, nos cortaremos. Por ello iremos barriéndola con un cepillo o una brocha plana de pelo suave, para retirar el polvo y las esquirlas de vidrio. Asimismo es aconsejable utilizar el aspirador para limpiar la superficie de corcho, la mesa, y  el suelo alrededor.

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