Se utiliza para unir mediante soldadura blanda de estaño las piezas de cristal encobradas. Esta herramienta tiene dos partes, el mango y la punta (de la que se venden recambios), y es muy importante hacerse al menos con un soldador, que sea potente, de al menos 90w, aunque los hay de 200 w.
Recordar que hay que vestir la protección adecuada a la hora de soldar (bata, gafas, guantes y mascarilla) y que los humos generados por la combustión, con el líquido de soldar y el estaño son perjudiciales para la salud. Hay que asegurar siempre una suficiente ventilación en el lugar del trabajo.
A la hora de soldar hay que tomar muchas precauciones por las quemaduras que podemos producir con el soldador en caliente. No dejes nada cerca del soldador, y menos aún liquidos inflamables. Cuando no lo tengas agarrado en la mano, déja descansar el soldador caliente siempre sobre un soporte adecuado.
Una alternativa muy barata a los soportes comerciales que se venden, es utilizar un simple ladrillo, puesto en de pié horizontalmente sobre su lado mas largo. En alguno de sus agujeros introduciremos por completo la punta caliente del soldador, dejando descansar solo el mango por fuera del ladrillo, sobre el corcho. Asi minimizamos el riesgo de quemarnos o quemar algo, y tendremos a disposición el soldador listo para usar.
La punta del soldador debe estar siempre cubierta de soldadura de estaño; de lo contrario no aceptará la soldadura hasta que no la reactivemos. Para ello enrollaremos soldadura estando la punta fría y la calentaremos, repitiendo el proceso cuantas veces sea necesario.
Para su mantenimiento correcto se deben limpiarse bien las puntas de los soldadores (de las cuales se venden recambios); se hace en caliente, mediante una esponja plana (tipo spontex) de humedecida en agua. Tambien puedes utilizar la estearina, y pastillas de sal de amoniaco, que limpian decapando las puntas de cobre de los soldadores de estaño reemplazando el limado de las puntas que corroe y desgasta el metal.
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